Taty Almeida llamó a cuidar y defender la Democracia que tanto nos costó conseguir
“Estamos celebrando 40 años de democracia y tenemos que salir a defender los derechos adquiridos. A esta democracia que costó conseguir tenemos que cuidarla y apuntalarla, pero también exigirle”, aseguró Taty Almeida de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora durante la inauguración de la Casa de la Memoria y los Derechos Humanos de San Vicente que lleva su nombre. Fue una tarde emotiva, con presencia de funcionarios y militantes pero con la mirada puesta en el compromiso electoral que dirimirá quién será el presidente que va a asumir por los próximos cuatro años, en un contexto donde la reivindicación del terrorismo de Estado estará representada en el cuarto oscuro. A sala llena, la histórica militante recordó el valor de preservar las banderas de Memoria, Verdad y Justicia; repasó las conquistas en materia de derechos humanos y hasta cantó: “Yo tengo fe que vamos a ganar”.
En la quinta de San Vicente, donde funciona el Museo 17 de octubre y descansan los restos de Juan Domingo Perón, se inauguró un nuevo espacio que servirá para la divulgación y promoción de los derechos humanos. Llevará el nombre de uno de los emblemas del campo. “En mí están todas las madres pero también Alejandro y los 30 mil”, dijo Taty y recordó que “si yo llevo un pañuelo blanco en la cabeza es porque a mí también me arrebataron lo más preciado de mi vida”. Un hecho que marcó el inicio de su militancia y continúa en un contexto en el que aún se exige conocer cual fue el destino de los desaparecidos. “No me quiero ir sin antes tocar los huesos de mi hijo”, dijo.
“Después de 40 años tenemos que salir a defender los derechos adquiridos. A esta democracia que costó conseguir tenemos que cuidarla y apuntalarla”, reflexionó Taty, quien también pidió “exigirle” para saldar las deudas que aun existen, como la reclusión de Milagro Sala. Además, ratificó el valor de la militancia, personificada en su hijo Alejandro y perpetuada en el trabajo de miles de sus compañeros en la actualidad. En esa línea, reconoció que van pasando la posta a las nuevas generaciones “pero de a poquito, porque a pesar de los bastones las locas seguimos de pie”. Finalmente, pidió que “no perdamos la esperanza” de cara al final de la campaña electoral y “a los jóvenes, que no bajen los brazos”.
Taty llegó con el acto ya empezado. Con sus 93 años a cuestas es una de las más aguerridas militantes que ha tenido la campaña de Unión por la Patria contra el negacionismo en el último tramo. La referente de las Madres fue quien cerró una tarde de homenajes. “Se respiran derechos humanos, esos que estos repudiables personajes quieren aniquilar”, sostuvo. El intendente local, Nicolás Mantegazza, agradeció el trabajo de Taty y tras el acto le entregó la placa conmemorativa que, significativamente, destaca las cuatro décadas de democracia que dieron contexto a la inauguración. Entre los presentes estuvieron referentes de distintas agrupaciones políticas, sindicales y sociales con presencia en el conurbano bonaerense, como ATE, UTEP, PJ de San Vicente y miembros de la APDH, entre otros. También hubo participación de Suteba, cuyo secretario general, Roberto Baradel, se acercó tras participar en un acto de entrega de lotes para la construcción de viviendas para docentes. “Tan solo el nombre de Taty invita a soñar el futuro que le arrebataron a sus hijos y a nuestros compañeros”, sostuvo.
Fue una ocasión tan significativa como necesaria para dejar en claro que la memoria se construye cada día y hoy más que nunca. “Me honra y me llena de emoción estar acá, ser un puño, sumar a la agenda de ellos”, dijo Juan José Morón, presidente de la sede, militante y sobrino de uno de los 30 mil desaparecidos. Contó, en un relato entrecortado por la emoción del recuerdo, la historia de su familia, pero también dejó un mensaje para los tiempos que corren: “Mi padre me enseñó a identificar al enemigo”, afirmó y sostuvo que “el libro que se está escribiendo hoy de esta derecha reaccionaria, el prólogo lo escribió el macrismo”.
Por su parte, el intendente interino de Almirante Brown, Juan Fabiani, sostuvo que el encuentro, con la presencia de Taty y la reivindicación de los derechos humanos son “una letra para estos días. Cada uno de nosotros tiene que convencer al menos a dos o tres personas más”, de cara al domingo. En esa línea recordó que “tenemos que plantear que hay dos modelos. Un Estado presente, que es el peronismo. Y otro que dice que el problema es el Estado”. Y cuestionó la propuesta de Javier Milei de reemplazar la educación pública por un sistema de vouchers, donde los establecimientos se harían por iniciativa privada: “Mirá si le preguntamos a un privado que haga una escuela en Alejandro Korn”, ironizó.
“Nuestra tarea es militar la memoria”, sostuvo a su turno Laura Suárez, presidenta de la Casa de la Memoria bonaerense. La institución trabaja en la difusión de los derechos humanos y en la divulgación de los horrores de la última dictadura. “Pretendemos sembrar la semilla para preguntar, cuestionarse”, dijo. En esa línea, aseguró que las declaraciones de Villarruel sobre el predio de la exESMA son una “aberración”, pero también una oportunidad para hablar del tema en distintos ámbitos. Para el especialista en derechos humanos Pablo Vassel, en tanto, no es casual que la inauguración sea en el lugar donde descansan los restos de Perón, ya que “siempre que hablamos de derechos humanos hablamos de peronismo”. Y recordó la importancia de la lucha de quienes salieron a buscar a sus hijos y sus nietos desafiando a los genocidas: “Nosotros aprendimos y se nos hizo carne la enseñanza de las madres y las abuelas”.
Informe: Diego Castro Romero
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