Liquidar ARSAT y la soberanía de las comunicaciones
La especialista en política tecnológica y digital Natalia Zuazo explicó que el capítulo del megadecreto dedicado a las telecomunicaciones permite a las empresas privadas operar sin intermediarios en Argentina: “Así como habrá una política de cielos abiertos para las aerolíneas, va a haber cielos abiertos para internet satelital”, señaló en AM750.
La especialista en política tecnológica y digital y directora de Agencia Salto, Natalia Zuazo, analizó este viernes el mega DNU de Javier Milei y su capítulo referido a las telecomunicaciones.
Al respecto, la autora de Los dueños de internet (2018) recordó que Starlink, la empresa de internet satelital de Elon Musk, nombrada por el Presidente durante su discurso, ya tenía licencia para operar en Argentina, brindada por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) en 2021, durante el Gobierno de Alberto Fernández.
“Lo que cambia con el decreto de Milei es que ahora la empresa Starlink o cualquier otra va a poder registrarse y operar sin intermediarios. De la misma manera que va a haber una política de cielos abiertos para las aerolíneas, va a haber cielos abiertos para internet satelital”, explicó Zuazo.
La empresa encargada de intermediar en Argentina para regular el mercado de internet satelital es la compañía de telecomunicaciones estatal Arsat, por ejemplo, para el uso de frecuencias.
“Es extraño que haya nombrado solo a Starlink”, remarcó la especialista en política tecnológica y digital. Según Zuazo, existen otras empresas privadas extranjeras que también operan en el mercado de internet satelital en Argentina, como One Web o Kuiper (que es del gigante Amazon).
En esa línea, consideró que el Presidente nombró directamente a Musk por los guiños que Milei y el megamillonario se hacen mediante la red social X (que también pertenece al magnate sudafricano), y a modo de provocación: “Para tapar modificaciones más graves del DNU, porque Starlink estaba registrada y eventualmente esos servicios iban a llegar”, aclaró Zuazo.
El Estado invierte, el privado (y extranjero) se lleva la ganancia
Entre los artículos de mayor gravedad, el DNU abre la puerta para “hacer sociedades anónimas de empresas atractivas y comprables para inversores”, explicó la también autora de Guerras de internet (2015), quien además recordó que en los últimos meses del gobierno de Alberto Fernández, Arsat —que ya es una sociedad anónima— licitó parte del espectro del 5G.
“(Arsat) se quedó con una parte del espectro del 5G, por una cuestión de soberanía, para cuestiones propias. Por ejemplo, para asignarlo a zonas a donde no llegan los privados”, detalló Zuazo, quien planteó que, de venderse la empresa estatal, un privado incorporaría esa tecnología, a la que calificó de “activo megaestratégico”.
Para dimensionar el espectacular negocio que sería la venta de Arsat para cualquier privado, la especialista explicó que, además del espectro de 5G, se incluiría la venta del control de la red federal de fibra óptica que realizaron los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, las comunicaciones por aire y los data center (centros de datos), que almacenan datos de varios ministerios y oficinas públicas (como Anses) y, en consecuencia, de los argentinos y argentinas.
“De la misma manera que si vendemos YPF perdemos soberanía en términos de energía, si vendemos Arsat vendemos soberanía en términos de comunicaciones, por ejemplo, con toda la inversión que implicó poner los satélites geoestacionarios en órbita, que muy pocos países en el mundo tienen”, agregó Zuazo en Aquí, allá y en todas partes.
Otra modificación importante del DNU es la derogación de artículos clave de la ley Argentina Digital, una normativa que fija precios de prestación de servicios de internet, por ejemplo a la multinacional española Telefónica. “Fue una de las primeras leyes que, junto con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, Macri dejó sin efecto cuando inició su presidencia. Lo que hace Milei va por el mismo camino”, comparó.
El mito de Elon Musk
Starklink está lejos de ser reconocida a nivel mundial. Según explicó Zuazo, por las características de sus servicios la compañía cuenta solamente con 2 millones de usuarios en todo el mundo y los países en los que más crece son aquellos que están en guerra.
“En Ucrania creció mucho porque, al brindar servicios a muy baja altura, se usa mucho en zonas de guerra. En Palestina e Israel se está usando mucho. No es que son servicios tan masivos, por eso es raro que (Milei) lo haya nombrado”, reveló la especialista-
De hecho, agregó, el ente regulador del gobierno de Estados Unidos canceló en 2022 el contrato por mil millones de dólares que tenía con la compañía de Musk para prestar servicios.
“El hardware, los fierros de la empresa de Musk, está llena de soluciones abiertas que él tomó de otros fabricantes. No es propietario de su tecnología, la sacó de otros lugares, no es que creó algo muy original”, concluyó.
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