Los grandes empresarios aplauden contentos la recesión económica
Con la actividad desplomada, banqueros, industriales, operadores de Bolsa, constructores y dirigentes del agro avalaron la idea de que “la recesión es el camino”.
El Presidente Javier Milei recibió a un grupo de poderosos empresarios que, en pleno derrumbe de la actividad y en medio de un proceso inflacionario que no afloja, avalaron su programa de ajuste y aplaudieron las medidas que el Gobierno viene dando y que han desplomado, inclusive, las actividades que esos mismos empresarios representan.
Por pedido del Grupo de los Seis (G-6), el mandatario recibió a los popes de ese polo empresario en un encuentro en su despacho de la Casa Rosada. Según supo Página I12, la charla se prolongó por casi dos horas y media, en las cuales el presidente repasó su batería de slóganes y dejó povcas definiciones. Lo escucharon Daniel Funes de Rioja, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio), Gustavo Weiss (Cámara de la Construcción), Natalio Mario Grinman (Cámara de Comercio), Javier Bolzico (ADEBA, Bancos privados nacionales) y Nicolás Pino (Sociedad Rural Argentina).
En primer término, el Presidente les planteó que no hay ninguna idea de un viraje sobre el ajuste, y que la contracción de la actividad es clave para su modelo. “Gran parte de esas reformas son necesarias, Presidente”, le devolvió uno de los presentes, en un primer guiño que llamó la atención de sus colegas por la velocidad de aparición en una charla que recién iniciaba. Otros se diferenciaron y quisieron saber qué planes tenía para contener socialmente el ajuste, algo que el propio Fondo Monetario (FMI) le exigió a Milei.
El Presidente sabe quién paga el ajuste
Allí, el mandatario, que como pocas veces estuvo solo en ese encuentro, les agradeció el respaldo y fue aún más a fondo para responder sobre los efectos de su política en la población: “yo sé muy bien que la recesión produce problemas, pero ése es el camino”, dijo. Y completó aseverando que “no me pueden decir que nadie sabía de esto, yo lo avisé en la campaña. Sé que hay mucha gente afectada en el país, que el ajuste lo sufre una parte del país, pero así hay futuro. Con lo que teníamos antes no lo había”. Esa afirmación volvió a recoger elogios de parte de los empresarios, que si bien coquetearon con la candidatura de Sergio Massa, terminaron avalando en las urnas al candidato libertario.
Antes del enncuentro, uno de los integrantes del G-6 bromeó con Gabbi al decirle que “vos sos el único de los que estamos acá que estas de fiesta”. Es que los mercados son el único sector que, desde que Milei es Gobierno, están embolsando ganancias y logrando cierta estabilidad vía la devaluación y la liberación de los flujos de capital. El resto, incluídos los bancos, no la pasan bien. Los tres casos más a la vista son los de CAMARCO, que denunció el posible cierre de 2000 empresas por la baja de la obra pública que decidió Milei; el desplome de más de 10 puntos de la actividad industrial que le generó a Funes de Rioja una guerra interna en la UIA, impulsada por los sectores más críticos; y la caída de ventas en comercios con cifras superiores al 20 por ciento, que está golpeado a la Cámara de Comercio. De hecho, ante la presencia de CAMARCO el propio Presidente dijo que “la obra pública es parte clave del ajuste, no se negocia”.
Devaluación e inflación
En ese contexto, sugirió la posibilidad -planteada por el Presidente-, de que el Estado trate de guiar inversión privada para hacer obras públicas. En principio, Milei les dijo que se podría liberar financiamiento de los bancos que financian al Estado para que financien a los privados. La idea no conformó a casi ninguno, y es de dificil aplicación, sobre todo porque con la recesión en curso y sin demanda en volúmen, las inversiones productivas le son esquivas al país.
Muchos de los presentes, el día jueves, ya habían escuchado en el Consejo para el Comercio y la Producción (CICYP) al ministro de Economía, Luis Caputo, hablar casi en los mismos términos y aclararles que la idea no era llevar la economía a una nueva devaluación. Milei también habló de ese tema: “No va a haber devaluación, el dólar está convergiendo”, expresó y no tuvo críticas. El que se mordía los labios era Pino, de SRA, dado que el campo está presionando por una corrección cambiaria que les de una cotización mejor para vender poroto de soja a un valor más conveniente.
En la última parte de la charla, el Presidente no ocultó que haya producido una recesión para lograr una baja en los precios. “Estoy sorprendido -dijo- con lo que está pasando con la inflación, está bajando más rápido de lo esperado”. Además, arriesgó que “a este ritmo llegará a un dígito, a más tardar, entre mayo o junio”. Después de eso, según su prisma, encarará el proceso de “levantar el cepo y, en 2025, comenzar con la baja de impuestos”.
Por Leandro Renou
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