Respaldo público de Paolo Rocca y el aporte de varios ejecutivos para manejar áreas claves del gobierno

Cuál es el objetivo del gobierno de Techint. Como nunca antes, el jefe de la familia Rocca se ha comprometido en forma abierta con el destino de un gobierno. Cómo interpretar esta jugada política de uno de los grupos económicos más poderosos. La apuesta central es la redefinición de la matriz económica, política y social, y subordinar el trabajo al capital, con o sin Milei.

Javier Milei dice que su gobierno es anarcocapitalista y por eso, por insensibilidad o incompetencia, no se ocupa de tragedias climáticas (Bahía Blanca, Corrientes y las últimas tormentas), incendios forestales en Parques Nacionales (Chubut y Río Negro), la crisis narco en Rosario, la epidemia record de dengue.

La presencia de Luis Caputo, Patricia Bullrich, Federico Sturzenegger en la gestión diaria y el abierto apoyo político de Mauricio Macri y el PRO definen un gobierno de marcado rasgo macrista. El segundo tiempo de Macri abarca la política económica, la desregulación, privatizaciones y otras obsesiones de Sturzenegger con el mega DNU y la ley Bases, la cuestión de la seguridad interior y el soporte político de sus bancadas (diputados y senadores) en el Congreso.

Al identificar los funcionarios que trabajaron en la Corporación América, incluyendo el presidente Milei, se puede calificar como gobierno de Eduardo Eurnekian. Los funcionarios más destacados que participaron en el Grupo Eurnekian son Nicolás Posse (jefe de Gabinete), Guillermo Francos (ministro del Interior) y Mariano Cúneo Libarona (ministro de Justicia).

También es el gobierno de Paolo Rocca. El detalle de la lista de ejecutivos en áreas clave de la administración libertaria resulta impactante por el nivel de exposición en el ámbito político gubernamental del grupo Techint, como nunca antes lo había hecho.

La T suma por ahora nueve. Quiénes son: uno x uno
No deja de ser llamativa la cantidad de ejecutivos del conglomerado de la multinacional italiana con sede en Luxemburgo que ha desembarcado en el gobierno de libertarios, macristas y ex Eurnekian. Son nueve aunque no puede descartarse que se sigan sumando otros, dado el fervor mileísta de Paolo Rocca:

1. Miguel Ponte, de Recursos Humanos de Techint, tiene un cargo clave en la secretaría de Trabajo.

2. Julio Cordero, del Departamento Jurídico de Techint, también desembarcó en la Secretaría de Trabajo.

3. Ernesto Rona, directivo de Techint y especialista en recursos humanos, en la Secretaría de Trabajo.

4. Horacio Marín, de Tecpetrol, es presidente y CEO de YPF.

5. Matrías Farina, de Tecpetrol, se ocupa del área de Exploración y Producción de YPF.

6. Gustavo Gallino, director general de Techint Ingeniería y Construcción, es vicepresidente a cargo del área de Infraestructura de YPF.

7. Federico Barroetaveña, del área financiera de Techint, es el director financiero de YPF.

8. Luis de Ridder, de Techint, es subsecretario de Hidrocarburos.

9. Horacio Amartino, de Presupuestos, Planning y Control de Techint, será el nuevo director de la Unidad Ejecutora de Gasoductos.

El documento “La teoría del ciclo del eterno retorno. Los desafíos que enfrentan los sectores populares en la etapa actual”, de Eduardo Basualdo y Pablo Manzanelli, Área de Economía y Tecnología de Flacso-Cifra CTA, sintetiza que el gobierno de Milei está “conducido por sectores del poder económico”. Para precisar que se trata de una versión extrema, que intenta dirimir la relación entre el capital y el trabajo y al mismo tiempo superar las contradicciones dentro de la propia esfera del capital.

Por qué Paolo Rocca es militante del gobierno de Milei
Será por la edad, en una interpretación existencial, por convicciones liberales, en un análisis ideológico, por una vieja vocación de participar en el mundo de la política, en recuerdo de la militancia juvenil (aunque en esos años era en la agrupación italiana de izquierda Lotta Continua), o simplemente por la pedestre ambición de ampliar aún más los negocios del holding, nunca antes Paolo Rocca tuvo una intervención pública –en declaraciones y en entrega de ejecutivos para la gestión pública- tan abierta y comprometida con el destino de un gobierno. O será por la convicción de que es una extraordinaria oportunidad de reconfigurar las relaciones de poder (subordinar al mundo del trabajo), alterar el escenario político (diluir la influencia del peronismo) y la economía argentina (consolidar la hegemonía del capital).

El comportamiento habitual de Techint fue manejar tras las bambalinas cámaras empresariales, en especial la Unión Industrial Argentina, como lo sigue haciendo, y ejercer influencias directas e indirectas hasta niveles extorsivos sobre funcionarios para conseguir prebendas para expandir diferentes áreas de negocios del grupo.

La última aparición de Rocca fue en una conferencia energética realizada en Houston, Estados Unidos. Dijo que el país se encuentra en una situación muy difícil con una recesión y una inflación muy alta, pero que ahora está bajando casi a la mitad. En una declaración arriesgada aseguró que “en lo personal, creo que el programa será exitoso. La Argentina necesita esto. Es muy importante para abrir nuevas oportunidades”.

Si en el auditorio de petroleros y empresarios había alguien distraído abundó la militancia mileísta, al decir que “tenemos muchas esperanzas, tal vez estemos frente al inicio de un nuevo ciclo en el país. El programa económico (de Milei) es lo que el país necesita: reducción del déficit fiscal y del gasto público del 40% al 25% y liberalización del mercado”.

El Plan de la T
Algunos pueden especular que el compromiso público de Rocca por el gobierno de Milei puede tener origen en respuesta a malos resultados económicos con gobiernos peronistas. No es así. Del mismo modo que en el ciclo kirchnerista 2003-2015, en el último año del gobierno anterior, Tenaris, el holding global, tuvo un “año excepcional”, según la calificación de Paolo Rocca.

Contabilizó una facturación de 14.869 millones de dólares y una ganancia histórica de 3958 millones de dólares. Estos resultados se alcanzaron por la demanda de servicios petroleros de Vaca Muerta y, fundamentalmente, por la concreción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK). Tecpetrol –la petrolera del grupo- compró en octubre pasado la minera canadiense Alpha Lithium con un plan de 800 millones de dólares para extraer litio en Salta.

En este favorable contexto de negocio del grupo, una serie de declaraciones públicas, en inédita secuencia por las veces en tan poco tiempo, de Paolo Rocca, y un reciente reportaje en la Revista Apertura al CEO de Tenaris Cono Sur, Javier Martínez, ofrecen los lineamientos del Plan de la T, que el gobierno de Milei está cumpliendo:

* El ordenamiento macroeconómico y marcos normativos virtuosos que generen los incentivos adecuados, acelerando inversiones y las exportaciones de valor agregado.

* Alcanzar un equilibrio fiscal de largo plazo para dar previsibilidad a la economía.

* Descenso de la inflación y la apertura del crédito para atraer inversiones privadas.

* Régimen de incentivo de grandes inversiones (incluido en la ley Bases y que ofrece desmesurados beneficios normativos, impositivos y cambiarios).

* Eliminación de los controles cambiarios.

* Reformas que apunten a simplificar la carga impositiva de las empresas.

* Nuevas normas laborales -reducción de litigiosidad, incentivos a la productividad- que se adapten a las cambiantes realidades del empleo (flexibilidad laboral).

Análisis teórico y político para comprender el respaldo de grupos económicos a Milei
El mencionado documento de Basualdo y Manzanelli ofrece líneas rectoras para sumergirse en el debate acerca del apoyo ferviente al gobierno de Milei pese a los pésimos resultados económicos de estos meses. El derrumbe de la actividad implica quebrantos millonarios pero lo que está en juego no es la rentabilidad inmediata, sino la reconfiguración de las relaciones de poder de largo plazo.

Basualdo y Manzanelli explican que el proceso que se abrió con las primeras medidas del gobierno Milei involucra, por un lado, un fuerte ajuste ortodoxo que pretende modificar los precios relativos a favor de los sectores oligopólicos y en detrimento de los ingresos reales de los sectores populares.

Por el otro, el intento de imponer diversas reformas estructurales de carácter neoliberal (desregulación de la economía, privatizaciones, flexibilización laboral y apertura comercial) que se vinculan con lo anterior porque tienden a consolidar esa nueva estructura de precios relativos.

Se trata, en palabras del presidente del grupo Techint, Paolo Rocca, de “resetear la economía” para luego intentar imponer esta mencionada “irreversibilidad” por intermedio de la estabilización que podría plasmarse a partir de la dolarización.

Quiénes se beneficiarán del reseteo de la economía postulado por Rocca
Basualdo y Manzanelli indican que los conflictos del nuevo siglo dan lugar a una exacerbación de la demanda de energía, minerales y alimentos que son los bienes primarios con que cuenta el país. A ello se le une la potencialidad del yacimiento no convencional de Vaca Muerta y la producción de litio y otros minerales, en distintas provincias.

Identifican que estas son las actividades en que los sectores dominantes perciben una situación virtuosa para llevar a cabo un proceso de acumulación ampliada de capital, sustentada en el saqueo de los productos primarios y el consiguiente ocaso de los procesos de industrialización del país.

Con una observación política acerca del objetivo central, señalan que “esta sería la base material para dar por terminado el ciclo del eterno retorno, es decir la alternancia entre los gobiernos del saqueo y los “nacionales y populares” que intentan restaurarles a los sectores populares los derechos y procesos conculcados”.

Para concluir que los sectores dominantes, cualquiera sea su inserción estructural, interpretan que el gobierno de Milei puede ser una oportunidad para consagrar su ansiada redefinición de la matriz económica, política y social, y subordinar definitivamente el trabajo al capital removiendo todas sus conquistas históricas y volviendo esa nueva situación irreversible al concluir ese cambio estructural con la dolarización.

¿Qué pasa con el tradicional negocio del campo?
Basualdo y Manzanelli advierten que es un factor a considerar la ausencia de representaciones políticas (en el gobierno de Milei) provenientes del agro pampeano, debido a su incidencia histórica y la que sigue ostentando en la actualidad.

Se trata de la ausencia de una fracción del capital que fue central en el surgimiento y consolidación de la oligarquía agropecuaria, cuyos sucesores en la actualidad constituyen el núcleo central de los terratenientes pampeanos y estos últimos son decisivos en términos de la producción sectorial.

Recuerdan que hasta el final de la segunda etapa de sustitución de importaciones e incluso durante la primera modalidad de la valorización financiera (1976-2001) se puede asumir que su representación y conducción política estaba en manos de los grupos económicos, ya que ellos provenían del patrón de acumulación de capital agroexportador oligárquico y eran grandes propietarios de tierras.

Dentro de ellos eran emblemáticos los grupos económicos Bunge y Born, Bemberg, Loma Negra. Esos grupos durante la valorización financiera siguieron siendo grandes propietarios rurales, pero replantearon su estrategia corporativa y el liderazgo en esa fracción del capital pasó a otros de sus integrantes como Techint, Clarín, Pampa Energía, Arcor, que no tienen una presencia destacada y menos aún ejercen la conducción del agro pampeano.

Cuáles son las contradicciones al interior del capital
La hipótesis que plantean los investigadores es que esta situación anticipa conflictos y contradicciones significativos dentro de los sectores dominantes y en consecuencia en el funcionamiento gubernamental. Una de ellas se observa en el debate sobre las retenciones a las exportaciones y la pretensión de subirlas en las primeras iniciativas del gobierno actual.

Basualdo y Manzanelli aclaran que no se trata de que tendrían que reducirse las retenciones a los productos agropecuarios, sino que habría que aumentarlas significativamente, y quizás a montos similares a las de hidrocarburos y minería, especialmente cuando se espera que sus exportaciones sean las más dinámicas, y que además ha sido el Estado que ha instalado, y lo sigue haciendo, los gasoductos para garantizar las ventas al exterior del oligopolio petrolero.

Concluyen que será el capital financiero la fracción del capital que ejercerá la hegemonía y en consecuencia conducirá el conjunto de la actual política neoliberal. Aunque se trate en el fondo de la cuestión de un elemento secundario y decorativo el mascarón de proa en una embarcación (Milei), tiene algún grado de relevancia la capacidad de la acción política del nuevo gobierno cuya inexperiencia se evidenció en los primeros meses de gestión.

Como mensaje a tener en cuenta dicen que esto último es un aspecto para nada desdeñable para que el Gobierno alcance los equilibrios internos en el bloque en el poder, al tiempo que logre limitar la resistencia popular a sus medidas económicas. De lo contrario, en el marco de la activación de los sectores populares y el consiguiente debilitamiento del Gobierno, el poder económico no dudará en reemplazar al mascarón de proa para intentar imponer sus objetivos por otros medios y estrategias.
Por Alfredo Zaiat

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