Soberanía marítima en peligro
Integrantes de la comisión de Intereses Marítimos, Portuarios y Pesca de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, que representan a distintas fuerzas políticas, se comprometieron este miércoles con el proyecto del Canal de Magdalena. Ocurrió en el marco de una reunión de comisión que tuvo al puerto de La Plata como sede anfitriona.
“Empezamos a charlar sobre la posibilidad de presentar una serie de proyectos como comisión, trascendiendo la autoría individual y la cuestión de las firmas. Ese dato muestra el nivel de interés que generó el proyecto. Es probable que en unos días avancemos conjuntamente en ese sentido”, contó el presidente de la comisión, Gustavo Pulti, a Buenos Aires/12, después de concluida la reunión.
El encuentro fue el primero de una serie de reuniones, ya que la comisión decidió, apenas comenzado el año legislativo, no sesionar exclusivamente en las oficinas de la Cámara, sino itinerar por los puertos de la provincia, sobre los que debe legislar. La iniciativa del marplatense Pulti obtuvo el rápido acuerdo del resto de los diputados.
El presidente del Puerto La Plata, José María Lojo, recibió a los diputados y diputadas, entre ellos el vicepresidente de ese cuerpo, Alexis Guerrera, la ensenadense Susana González (UxP), el bahiense Fernando Compagnoni (PRO), Ricardo Lissalde (UxP) y el platense Juan Martín Malpeli (UxP), además del intendente de Berisso, Fabián Cagliardi e integrantes del directorio y equipo gerencial del puerto. Los que no pudieron asistir, como el libertario disidente Martín Rozas, se excusaron y fueron representados por sus asesores.
Lojo expuso a lo largo de una hora acerca de la actualidad del puerto, sus posibilidades, proyectos y desafíos. El tema casi excluyente fue el dragado del Canal Magdalena, que permitiría una salida directa al mar argentino desde los puertos fluviales sin necesidad de pasar por Montevideo, como ocurre ahora.
El funcionario portuario abundó sobre las ventajas que implicaría el Canal Magdalena para la economía argentina, a la hora de ganar competitividad, optimizar los costos logísticos y su importancia para la soberanía argentina. Mientras esta obra no se concrete, el litoral marítimo argentino está literalmente partido.
En la actualidad, los barcos que entran y salen al mar argentino, deben transitar por aguas jurisdiccionales uruguayas: por el Canal Argentino, paralelo a la costa, hasta la altura de Punta Indio, donde deben virar a babor para entrar en ese canal y viceversa, ya que el Río de La Plata arrastra gran cantidad de sedimento que impide navegar por fuera de los canales especialmente dragados y mantenidos a tal fin.
El proyecto no recibió ninguna objeción de los presentes. Por el contrario, el diputado Compagnoni, quien integró anteriormente el directorio del puerto de Bahía Blanca, sostuvo que “muchas veces los conflictos y desencuentros se dan más por desconocimiento que por diferencias reales”.
Para Pulti, lo que está en juego es “la posibilidad del federalismo atlántico”. “Eso es lo que planteamos, los proyectos que hay en carpeta son planteos al Ejecutivo nacional, pero no únicamente”, dijo el diputado que agregó que “la provincia nunca cedió a la nación sus derechos sobre el litoral marítimo, ni siquiera en el Pacto de San José de Flores”. “Acá se juegan intereses portuarios y soberanos”, afirmó.
Posteriormente, el propio Lojo celebró el compromiso de los diputados y diputadas para continuar trabajando para que el proyecto se concrete ya que “es fundamental buscar soluciones que fortalezcan la infraestructura portuaria argentina y su posición en el comercio global”.
El Río de la Plata se nutre principalmente de los ríos Paraná y Uruguay, que a su vez se alimentan de los ríos Paraguay, Bermejo, Pilcomayo e Iguazú. Es la salida obligada de la producción agropecuaria y manufacturera de la Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia.
El manejo del último puerto ubicado antes de la salida a mar abierto tiene enormes implicancias comerciales y geopolíticas.
El gobernador Axel Kicillof suele mencionar el tema diciendo que la Argentina está partida y que el sistema fluvial queda divorciado del marítimo por la obligación de que los barcos deben ir a Montevideo.
Al responder a los diez puntos sugeridos por el Presidente para el Pacto de Mayo, el canal Magdalena fue uno de los siete temas que según Kicillof tienen que ser discutidos. “El dragado del canal Magdalena significa el respeto y la defensa irrestricta de nuestra Patria y nuestra historia con el firme reclamo de soberanía de nuestras islas Malvinas”, dijo el gobernador en su último discurso ante la asamblea legislativa bonaerense, el 4 de marzo último.
El proyecto
El Canal de Magdalena nació como proyecto durante el último gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, por una iniciativa del entonces subsecretario de Puertos, Horacio Tettamanti y fue cajoneado durante los cuatro años de Mauricio Macri. Posteriormente, durante la gestión de Alberto Fernández se redactaron los pliegos, pero no llegó a licitarse a tiempo.
El Gobierno de Javier Milei tomó una decisión que va en el sentido inverso, al aprobar el proyecto uruguayo de ampliación del puerto de Montevideo. El proyecto en cuestión había sido presentado una década antes y ni Macri se había atrevido a aceptarlo, por sus implicancias comerciales y geopolíticas.
Según un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el proyecto de Canal Magdalena podría generar beneficios económicos superiores a los 150 millones de dólares por año. De acuerdo a las últimas estimaciones, el costo de la obra rondaba los 40 millones de dólares, de manera que se repagaría en apenas unos meses.
La comisión tiene previsto continuar su recorrido a través del puerto cerealero de Quequén, el puerto petrolero de Bahía Blanca y el puerto pesquero de Mar del Plata. Todos ellos se verían beneficiados por el dragado del canal Magdalena.
Petróleo off shore
Pulti, intendente de Mar del Plata durante dos períodos, se mostró entusiasmado por la llegada al puerto de esa ciudad de buques con equipamiento e insumos para iniciar la perforación petrolera off shore.
“El puerto de Mar del Plata tiene un enorme desafío por delante, vinculado al crecimiento logístico en los próximos años, porque hay oportunidades de aumentar exportaciones de pesca y energía”, dijo. “Para eso es el proyecto de construcción de un nuevo muelle, que ya tiene en carpeta el consorcio del puerto.”
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