Por desinversiones en el gasoducto, seguirá la importación de gas de Bolivia

El gobierno anunció una adenda del contrato por dos meses. Por retrasos en la reversión del gasoducto Norte, Argentina seguirá importando gas de Bolivia. Para mitigar un nuevo escenario de escasez de gas por el aumento de demanda y la dilatada finalización de la Reversión del Gasoducto Norte.

La estatal Energía Argentina (Enarsa) anunció una nueva adenda al contrato con Bolivia para asegurarse la provisión de gas natural para la demanda del norte del país para los meses de agosto y septiembre. De esta forma, el gobierno prevé mitigar un nuevo escenario de escasez de gas a raíz de la dilatada finalización de la Reversión del Gasoducto Norte, una obra clave para que el gas de Vaca Muerta pueda abastecer al norte de Argentina.

La compañía – por ahora- estatal, dado que integra la lista de compañías sujetas a privatizar en la Ley Bases anunció que firmó con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) la novena adenda al contrato que “permitirá abastecer la zona centro Y norte del país con hasta 4 MMm3/día en función del requerimiento de la demanda interna, mientras se termina con el proyecto de Reversión del Gasoducto Norte, actualmente en marcha”, aseguró en un comunicado.

El contrato de abastecimiento entre Argentina y Bolivia, que provee de gas a 7 provincias del centro y norte del país, tenía fecha de vencimiento el próximo 31 de julio, tras décadas de vigencia. Con la nueva renovación se estira por dos meses más, con el objetivo de que una vez cumplido el plazo de extensión ya esté terminada la Reversión del Gasoducto Norte y la demanda empiece a ser cubierta con recursos de Vaca Muerta.

Reversión del gasoducto norte
La reversión del gasoducto norte era prioridad número dos de la gestión anterior tras la inauguración y puesta en marcha del Gasoducto Néstor Kirchner. Es una de las obras claves para potenciar la producción de Vaca Muerta y abastecer a las provincias del noroeste afectadas por la declinación productiva del gas en Bolivia. Se trata de dar vuelta las bombas que hoy hacen presión para que el gas baje desde Bolivia y agregar algo más de caños.

La obra permitirá llevar el gas de Vaca Muerta a las industrias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, así como la conexión de hogares a las redes de gas natural y el desarrollo a escala de nuevas actividades industriales, especialmente la minería de litio. Además de bajar el costo de generación eléctrica y del gas natural para las industrias del norte argentino, esta obra estratégica permitirá un ahorro anual de 1960 millones de dólares por la sustitución de importaciones de gas.

En el calendario inicial calculaban que la obra podía estar lista para mayo de este año, pero el cambio de gobierno y la paralización de la obra púbica atrasaron los planes. Por su importancia y pese a que el ministro de Economía Luis Caputo había anunciado que no se licitarían nuevas obras públicas y se cancelarían las licitaciones aprobadas cuyo desarrollo aún no se hubiese concretado, Enarsa continuó con la licitación. En enero se abrieron los sobres para la licitación de dos de los tres tramos en los que se subdividió el proyecto, a cargo de la UTE Techint-SACDE. A mediados de marzo, se adjudicó a BTU el tercero de los tramos que había quedado vacante.

Enarsa comunicó que “el proyecto de Reversión del gasoducto de TGN, estará en operaciones el 15 de septiembre permitiendo llevar a las provincias del norte 5 MMm3/día adicionales a los actuales y en una segunda etapa otros 4 MMm3/día.”

Gas por varios frentes
Tras la crisis por el faltante de gas en mayo, el Gobierno busca que no se repita dicho escenario en medio de los meses más fríos del año, por lo que además del acuerdo con la petrolera boliviana, en las últimas semanas avanzó en la concreción de negociaciones con Brasil y Chile para reforzar el abastecimiento.

Con Brasil, el gobierno suscribió a fines de abril un Memorándum de Entendimiento entre Enarsa y Petrobras por un plazo de tres años con diferentes propósitos, entre los cuales está “solucionar el abastecimiento de gas del NOA mientras se finalizan las obras recientemente licitadas de reversión del Gasoducto Norte”.

En tanto, con Chile se acordó la semana pasada, con la estatal Enap, la importación de gas natural para abastecer el norte argentino, desde la terminal de Gas Natural Licuado (GNL) de Mejillones. Al respecto, desde el Ministerio de Energía chileno informaron que “Engie Energía Chile y Enap Refinerías firmarán un contrato de compraventa de gas natural para exportar los volúmenes dispuestos a Enarsa”.

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